Oaxaca despierta una magia especial tanto entre los mexicanos como entre los extranjeros. Bastión de cultura indígena, este estado presenta el panorama artístico y artesano más vibrante del país, unas festividades coloristas y extrovertidas a más no poder, una cocina sabrosa sin par y numerosas riquezas naturales. En el centro del estado reluce la colonial Oaxaca de Juárez, su capital y corazón cultural, y, cerca, la arbolada Sierra Norte da vida a exitosos operadores comunitarios que facilitan a los viajeros salir de excursión a pie, en bicicleta o a caballo entre verdísimos paisajes de montaña. Hacia el sur, a través de escarpadas y remotas cordilleras, se llega a la fabulosa costa pacífica tropical de Oaxaca, con sus infinitas playas de arena, vibrante escena surf, delfines y tortugas, más una serie de poblaciones que apaciguarán incluso al más estresado: el paraíso de surfistas de Puerto Escondido, la urbanizada pero tranquila zona de Bahías de Huatulco y el encanto sereno de Mazunte, Zipolite y San Agustinillo.
• Oaxaca de Juárez: Rendirse ante la cultura, la cocina, el color, la artesanía y el mezcal de esta alegre ciudad colonial.
• Zipolite: Relajarse en este tranquilo refugio de playa para viajeros.
• Puerto Escondido: Montar olas en las fabulosas playas de esta discreta población.
• Mapas.
• Transporte.
Incluye: Oaxaca de Juárez, Monte Albán, Pueblos Mancomunados, Puerto Escondido, Pochutla, Puerto Ángel, Zipolite, San Agustinillo, Mazunte, Bahías de Huatulco, Tehuantepec, Juchitán.