Una tarde de otoño de 2021 Edurne Portela recibe una llamada en la que le ofrecen una serie de documentos históricos relacionados con María Josefa Sansberro, conocida como Maddi, nacida en Oiartzun en 1895 y que regentó un hotel muy popular en los años treinta del siglo XX a los pies del monte Larrún, en la frontera entre España y Francia. A primera vista, Maddi ya se revela como una mujer inquietante y llena de contradicciones, que ha traspasado muchas fronteras tanto físicas como morales: contrabandista y mugalari, ferviente católica y divorciada, mujer sin hijos y madre, servidora de los nazis y agente de la Resistencia. La autora acepta el reto de meterse de lleno en esos documentos y, desde ahí, imaginar a Maddi: su voz y su mirada, sus deseos y anhelos, sus motivos y razones, sus afectos. Así se escribe Maddi y las fronteras, una novela sobre una mujer que no se ajustó a las convenciones de su época, que cruzó todas las líneas rojas, una mujer que hizo lo que nadie esperaba de ella.