Gozo –Għawdex (au-desh) en maltés– es una isla preciosa, a la que el poeta del absurdo del s. XIX Edward Lear llamó un "paisaje pomskizilioso y gromfíbero". Acuñó estas palabras exprofeso, mientras buscaba el modo de describir las lomas de cuento de hadas de la isla, coronadas por iglesias enormes, sus calas ocultas y relucientes, y sus acantilados esculpidos en la costa. Gozo se mueve a un ritmo mucho más lento que Malta, más grande y bulliciosa. Y aunque su tamaño es de algo más de un tercio que su vecina, tiene la décima parte de población, unos 30 000 habitantes (que se consideran gocitanos primero y malteses después). Se trata de un lugar encantador para relajarse, con playas de arena, calas rocosas, zonas excelentes donde hacer submarinismo y esnórquel, y con mucha historia en forma de templos megalíticos y ciudadelas medievales.
• Bañarse en la playa de guijarros de la remota caleta Wied il-Għasri.
• Disfrutar en la arena roja de Bahía de San Blas una de las mejores playas de Gozo para el baño y el buceo.
• Contemplar las increíbles vistas de 360 grados desde lo alto de Comino.
Incluye: Gozo, Victoria (Rabat), Mġarr, Xlendi, Dwejra, Marsalforn, Xagħra y Comino.