El mar Caribe fue el escenario por excelencia de confrontación por las riquezas del Nuevo Mundo. Los barcos españoles cargados con las riquezas expoliadas a los habitantes del continente recién descubierto eran atacados durante su regreso a Europa por los piratas, los ladrones del mar. Estos hombres navegaban con la bandera negra de la calavera como enseña y servían a sus propios intereses o a los de reyes europeos, ingleses o franceses, que les otorgaban patente de corso para apropiarse a la fuerza de todos los tesoros de España que estuvieran a su alcance. Durante casi tres siglos, del XVI al XVIII, los piratas asaltaron convoyes cerca de las islas y asolaron ciudades costeras como Cartagena de Indias que, por cuenta de estos ataques, terminó convertida en una formidable fortificación, la joya de la Corona en ese entonces. Este libro narra los momentos épicos de los guerreros, de diferentes nacionalidades y laya, que escribieron sangrientos y heroicos capítulos de la historia colonial.