¿Cuántos hilos corren debajo de la historia del crimen organizado en México? ¿Podemos reconocer los más intrincados y sólidos? No es otro el propósito de Marca de sangre, crónicas que borran la frontera entre el periodismo y la literatura, que terminan por demostrar que nuestra realidad puede superar cualquier increíble ficción. Héctor de Mauleón ha trazado la vida de los principales jefes, sicarios y operadores del narco mexicano de 1985 a nuestros días. En la galería surgen también funcionarios de gobierno, militares, policías que sirven a dos amos. La impresión que obtendrá el lector es la de un país a merced de un torbellino de fuego. Con ustedes: los Beltrán Leyva, los Arellano Félix, Joaquín El Chapo Guzmán, Juan García Ábrego, Osiel Cárdenas Guillén, Amado Carrillo, Édgar Valdez, La Barbie, los Zetas y una cohorte de individuos que han empleado sistemáticamente la violencia y el terror hasta poner en jaque la seguridad del país. En la geografía del crimen organizado hay cabida para derribar fronteras, inaugurar nuevos territorios, arrasar con otros. La Marca de sangre tiene el don de la ubicuidad: está en todas partes y al mismo tiempo. La fascinante vida de Joaquín Guzmán y Arturo Beltrán Leyva encuentra aquí su puntual narración: exacta, maravillosamente inverosímil y siempre fidedigna. Alma Guillermoprieto en The New Yorke.