Puede que la palabra "marketing" sea uno de los extranjerismos que menos tiempo necesitó para abandonar las cursivas que lo hicieron notoriamente un anglicismo, quizá solo por detrás de surfing o software, dos realidades cotidianas desde que dominamos las olas y convertimos las computadoras en absolutamente necesarias.
La reputación, un valor cuya defensa solía llevar a los hombres a batirse a duelo hasta hace menos de dos siglos, todavía es motivo de preocupación, sobre todo para quienes quieren preservar su buen nombre e imagen en los tiempos de Facebook, la vitrina a través de la cual estanos obligados a ofrecer nuestro mejor rostro.
El marketing hoy es algo tan estrechamente unido a nuestras vidas que los hablantes de español creamos la palabra "marquetearse" para referimos a la adecuada promoción que debemos hacer nosotros mismo. Sin embargo, una vez ganada la atención de otro, es preciso conquistar su estima y consideración sobre la base de una buena reputación. Recorramos juntos la vía que lleva del marketing a la reputación, de la atracción a la confianza.