Jordi Sierra i Fabra, viajero impenitente, escribió estos cuentos crueles después de ver en los cinco continentes la miseria y la degradación de muchos niños y niñas. Dieciocho historias reales, duras, pero que reflejan lo mucho que queda por hacer para conseguir que la condición humana venza al egoísmo de una sociedad implacable para con los menores.