Uno de los mejores libros de Fernando Villegas: divertido, inteligente y profundo
En Matinée, vermouth y noche Fernando Villegas nos cuenta cómo era ir al cine en la época de mayor gloria de la industria, entre los años cincuenta y ochenta. Los rotativos le permitieron gozar en su juventud y hoy vuelve a ellos como el gran cronista que es para recordar no solo las películas que llevaron a la pantalla a vampiros con dientes de cartón y monstruos que hoy no asustarían a nadie, sino también para explicar las estrategias de la cinematografía y, de paso, describir la atmósfera en la cual las películas eran recibidas. Un Chile precario en muchos sentidos pero culturalmente próspero. Guiado por su ojo agudo, Villegas ha escrito uno de sus mejores libros: divertido, inteligente y profundo. Una función como las del mejor cine continuado.