La capacidad para captar la atención de los demás y jugar con sus pasiones centra la narración de Leticia Valle, a punto de cumplir los doce años y recién descubierta una libertad que antes no tenía. A través de jirones de su memoria, Rosa Chacel traza un retrato magistral en el cual revela, en palabras de Andrea Jeftanovic, la sensualidad de una preadolescente y lo que esto supone para ella. Memorias de Leticia Valle es una novela bella e inquietante, en la que aquello que no se dice toma más fuerza que lo dicho