Ludovica viajó sola a China con una valija y un montón de preguntas sobre la astrología oriental cuando no había Internet y mucho menos se exhibía en las redes sociales la pasión por viajar a lugares exóticos. Ya había logrado introducir esta filosofía en el país con muchísimo éxito a través de sus libros de horóscopo y los medios de comunicación. Pero quería saber más, encontrarse con maestros, entender a los chinos.
Este libro es el diario íntimo de una mujer que rompió con el molde y de su viaje alucinante, por momentos desopilante y por otros, angustiante. Pero es, sobre todo, la vida de una mujer valiente que tenía un sueño y lo logró. Atravesó el mundo, confió en desconocidos, se enamoró locamente, se perdió en ciudades inmensas sin entender el idioma, durmió en hoteles y trenes imposibles, pasó sed y hambre, aprendió con maestros taoístas y astrólogos, investigó y no se guardó nada para ella. Ludovica volvió casi un año después siendo otra, decidida a transmitir con pasión y poesía la milenaria cultura china a sus lectores.