El doctor Samuel Celis llegó a Santiago de Chile buscando un futuro para su familia. Tras varios años de vida tranquila al lado de su mujer y sus niñas, este exitoso colombiano se vio atrapado en una pesadilla que parecía no tener fin. Acusado injustamente de abusar de sus hijas, Celis pasó varios meses en una peligrosa cárcelde Santiago. «Mi nombre es Colombia», le dijo a sus compañeros de celda, y se sintió protegido. Después de un tortuoso proceso judicial y de años de sufrimiento, este es el testimonio de un padre que lucha porque sus hijas conozcan la verdad. Un libro sencillamente conmovedor.