Eva está lejos de ajustarse a los cánones de belleza que dicta la sociedad. Sus complejos e inseguridades le hacen creer que un hombre como Adrián Montenegro no pueda desearla.
Él es guapo, sexy, elegante… y puede tener a la mujer que quiera, pero se fijó en ella.
Sin embargo, el secreto y los miedos con los que convive Eva pueden mandarlo todo al traste y acabar con cualquier oportunidad para ellos. Sobre todo cuando se da cuenta de que el pasado y sus fantasmas tienen una y mil formas de pasar factura en el presente.