La historia de una niña que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial escondida junto a su familia en un bosque a las afueras de Versovia
«Ahora, lo que teníamos enfrente era vegetación vasta e inhóspita cubierta por un manto de oscuridad que se tendía en todas las direcciones. No era el bosque de la muerte del que tanto había oído habar en el tren, sino, más bien, una segunda oportunidad, lo supimos cuando el cielo empezó a clarear la mañana siguiente y por fin la exuberancia de la vida se agolpó frente a nuestros ojos.
A diferencia de las noches en Varsovia, donde las constantes alarmas y las bombas aterrorizaban a todo el mundo, las noches en el bosque nos daban una paz que no habíamos experimentado en mucho tiempo».