Dicen que Nueva York es la ciudad de los rascacielos y de las grandes avenidas, además del escenario de infinidad de películas. Personalmente añadiría que también es la ciudad de los sueños, esos que todos esperamos cumplir algún día, incluso yo misma, aunque a veces lo olvide cuando otro sueño, mucho más poderoso y que lleva su nombre, llega para ensombrecer este.
Si me quedaré hasta convertirme en la top model que deseo ser es una incógnita para mí; lo que sí tengo claro es que ahora estoy aquí y que voy a dejar mis dientes marcados en esta gran manzana, o al menos a intentarlo. Y mientras lo hago, su mirada, su sonrisa y su recuerdo caminarán a mi lado por las calles de esta metrópoli y del mundo, para recordarme lo que pudimos tener y no tenemos y también quiénes fuimos y quiénes no vamos a ser.
¿Volveremos a vernos algún día? ¿Sentiré de nuevo ese fuego que solo él era capaz de prender en mi piel? ¿Volveré a estremecerme con una caricia suya? O, por el contrario, ¿permitiré que todas estas emociones que llenaban mi pecho con su nombre mueran con el veneno del olvido?
Déjame que te invite a una copa de vino, ponte cómod@ y descubre el desenlace de nuestra historia. DISFRUTA, VIBRA, SIENTE… ARDE.