Generales que se suicidan en la puerta de una funeraria. Generales que ganaron sus medallas detrás de un escritorio. Generales que traicionan a su compadre y lo encarcelan. Generales que son injustamente encarcelados. Generales que son gobernadores. Generales asesinados por narcotraficantes. Generales que son leyenda. Misterio para millones, conozco a más generales que ningún otro mexicano. Los he visto llorar. Los conozco desnudos de todo. Los he padecido en sus peores horas. Los he levantado de mis amaneceres y los he corrido de mis noches. He sido su mujer, su amiga, su enemiga, su confidente, su terror, su aliada, su espejo, su resonancia, su voz. Suya de ellos, como dicen los manuales, como debe ser. Por eso el título Mis generales que en lenguaje castrense significa, con todas sus letras, que estoy permanentemente a sus órdenes. A ratos muy a mi desazón.