"Le vinieron a la mente el rostro anguloso y los ojos grises de Manuel. Pero arrancó esa imagen pensando en su escuela. El deseo de extender la educación en el país se había transformado en su prioridad. Un hombre y esa prioridad, por ahora, eran incompatibles."
Corre 1885 y en Córdoba se funda el primer colegio estatal sin enseñanza religiosa. Lo dirigirán mujeres, entre ellas la joven Mercedes Castro, que emocionada por la oportunidad firma un contrato en el que acepta que no podrá usar maquillaje ni vestidos coloridos, y que renunciará a noviazgos y matrimonios mientras sea maestra.
La ciudad arde en las llamas políticas de las movilizaciones. Se enfrentan los liberales, que apoyan el nuevo colegio, con los tradicionalistas, que rechazan toda enseñanza que no sea la católica. En medio de los enredos que llevaron a la nación a cortar relaciones con el Vaticano y de una grave epidemia de cólera, Mercedes conocerá el amor, un amor que al principio amenaza su vocación docente. Pero Manuel Urtiaga, un hacendado porteño seductor y audaz, no le teme a esta nueva estirpe de mujeres. De su mano, Mercedes logrará enfrentar a su familia, a la sociedad y hasta al propio gobierno.
Con la destreza narrativa y la pasión por los detalles cotidianos y la pintura de los sentimientos que la caracterizan, Viviana Rivero da vida en esta novela a un amor poderoso que navega sobre los ideales en los que se fundó la Argentina.