Una joven tímida y pudorosa, una preciosa mansión que amenaza ruina, una pareja encantadora: ¿qué podría salir mal?
Desde las mansardas de una mansión rural inglesa que casi amenaza ruina, la joven Frances espía a sus vecinos, en la planta inferior: Cara, una mujer a quien le gusta hablar de su triste pasado, y Peter, su encantador marido, una pareja que trata de disfrutar al máximo de la vida. Corre 1969 y los tres han sido contratados para realizar un informe del estado de la mansión y un inventario de sus objetos artísticos para su nuevo (y rico) propietario norteamericano. Unos treinta años después, Frances, enferma y quizá a punto de morir, recibe las visitas del vicario del pueblo. Poco a poco, y de sorpresa en sorpresa, el lector se enterará de los trágicos sucesos que tuvieron lugar aquel tórrido verano.