Este conjunto de cuentos explora los temas más caros de la obra de Juan Manuel Robles: la reflexión sobre el rol de la memoria en la construcción de la identidad y la forma en que dicha memoria puede ser manipulada para configurar paraísos tan bellos como artificiales. A la duda instalada con respecto de la identidad de los individuos, se suma ahora un componente tecnológico que sirve como base para la construcción de un mundo distópico en el cual la enajenación de las personas puede ser dirigida tanto por poderes hegemónicos como el de un Estado opresivo, como por grandes corporaciones privadas e incluso individuos que ostentan el poder de manipular la realidad y lo ejercen del mismo modo en que un niño aplasta a una hormiga porque simplemente puede hacerlo..