Si pudiéramos elegir a nuestros padres, ¿hubieras elegido tú a los tuyos? La respuesta de Diego es contundente: Si pudiéramos elegir a nuestros padres, yo, a mi madre, seguro que la dejo para otro. Segurísimo, vamos. Y a mi padre, casi que también. Asusta. Y sin embargo, tras vivir con él la impotencia de encontrarse solo, con su hermana de un año y medio que arde de fiebre, en una escalada de tensión en la que la pequeña Mafalda se debate entre la vida y la muerte, uno acaba por solidarizarse con este joven. Y es que resulta más duro aún cuando su madre es una famosa periodista de cotilleos de prensa rosa habitual en los programas de televisión y su padre es un gran empresario. Por suerte Diego cuenta con Gabriela, su amiga, su compañera, ¿su amor?