Forjados al paso de glaciares antiguos y modernos, los profundos valles occidentales de Noruega, sumergidos bajo el mar y flanqueados por relieves agrestes y escarpados, conforman un paisaje tan singular y bello que se ha convertido en uno de los destinos más deseados del mundo.
• Geirangerfjord: hacer un crucero por el fiordo más famoso y visitado de Noruega.
• Mapas.
• Carretera de Trollstigen: atreverse con las cerradas curvas y caídas de vértigo de esta locura de carretera.
• Transporte.
• Nigardsbreen: navegar en kayak por un lago glacial y hacer crujir el vetusto hielo.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Flåm, Aurland, Nærøyfjord, Lærdal, Lustrafjorden, Vik, Balestrand, Sogndal, Fjærland, Nordfjord, Olden, Loen, Stryn, Florø, Kalvåg, Måløy, Selje e isla Selja.