La lengua ibérica se entiende perfectamente. Es aglutinante y regida por una gran fuerza de compresión interna. Requiere el método deconstructivo. «Hablan los iberos» y nos muestran la más hermosa civilización (religión, ética, moral, trabajo, pensamiento...) que ha conocido el mundo occidental. En el camino, la identidad de la lengua ibérica y el vasco antiguo, el infundio del celtíbero, el paupérrimo papel de nuestra Universidad en esta área, el sectarismo de la RAE, el golpe a los separatismos, la «conversión» de la Iglesia Católica en el III Concilio de Toledo... En suma, una visión nueva pero fundamentada.