"Nunca pensé que todo estaba escrito y que mi pelea diaria era inútil, no. Y no porque yo fuera lúcida ni particularmente astuta, sino simplemente porque no miraba más allá del detalle momentáneo: el hábito negro, la celda de castigo, comer hoy y mañana veremos, el palito de naranjo." Una mujer mayor le cuenta su vida a una escritora. Encuentro tras encuentro, plácidamente, sin respetar cronologías ni fechas, narra un periplo que comienza en una villa miseria y está lejos de ser plácido. Féry –o Fermina, o Stéphanie– conoció la pobreza y el abandono. Vivió en la calle, pasó hambre, la prostituyeron. Sufrió el horror de la cárcel y estuvo en un convento de monjas. Pero Féry no sabía lo que la esperaba "del otro lado de los días". Porque lo que parecía un destino sin escapatoria, peor aun que el presidio, mutó, y Féry pudo conocer el amor, los placeres mundanos, la dicha. Mucho participaron Egidia Molina, lo más parecido a una madre que tuvo nunca; María Cruz, la monja que le enseñó a leer; Leonor, una señora elegante, quien la recogió del umbral y la protegió... En esta nueva novela hecha de fragmentos, cada uno con su registro y su estilo, Angélica Gorodischer despliega su asombrosa maestría en el arte de escribir. Palito de naranjo muestra cómo los destinos y las voluntades se interconectan misteriosamente, y cómo todo puede cambiar en un instante.