No tuvimos una boda soñada y nos saltamos la luna de miel, pero contra todo pronóstico logramos el equilibrio, por más que las cosas no empezaran del todo bien. Sin embargo, después llegó la responsabilidad de hacerse cargo de The Russell Company, y ello conllevó que tuviéramos menos tiempo para nosotros. No es que nos faltaran momentos de intimidad, pero todo se transformó en negocios y más negocios; sin contar que, en medio de la vorágine, incluso nos convertimos en padres.
Un momento, no vayas a interpretarme mal, que no es una queja; no cambiaría ni en cien millones de años la vida que tengo junto a Victoria, pero eso no quiere decir que sea un tipo conformista, puesto que junto a ella siempre deseo más. Así que… planeo cumplir todos nuestros propósitos pendientes, incluido el hecho de subsanar que nunca tuvimos nuestra primera cita.
Dicen que cuando dos almas gemelas se encuentran ningún contratiempo puede separarlas, así que no desesperes, nada arruinará esta historia de amor, y hoy también habrá un final feliz.