Los «días felices» de aquella experiencia de gobierno, en que la
abundancia de recursos públicos se aplicaba a satisfacer necesidades
concretas y simbólicas de un sector mayoritario de los argentinos.
Estimada como la obra cumbre de la madurez, en la que Félix Luna
desplegó el oficio de historiador que había alcanzado, esta trilogía se
publicó entre 1984 y 1986, cuando el peronismo había sido desplazado por
primera vez del poder por el voto popular. Esta nueva realidad invitaba
a los peronistas, y a los que no lo eran, a reflexionar sin los odios y
rencores del pasado. Luna, que en El 45 había comenzado dicho análisis,
iniciaba ahora un estudio general de la primera y segunda presidencia de
Perón, dividido en tres partes.
Con rigor, equidistancia y singular estilo narrativo, Luna ofrece un
panorama amplio del país en la posguerra mundial, de los desafíos que
enfrentó el régimen y la respuesta de la oposición, de la intimidad de
«él y ella», la pareja presidencial, y también de la de «ellos y ellas»,
los argentinos de entonces, porque, dice: «Aquellos tiempos no fueron
sólo los de Perón: también fueron míos».