La gran polémica de nuestro tiempo es la tensión entre figurativismo y no figurativismo pictórico. Está claro que se trata de una polémica profana en la que no entran los entendidos ni los buenos aficionados. Pero la voz de la calle, la famosa “vox populi” es un síntoma muy digno de tomarse en cuenta, no tanto por lo que dice como por la conciencia colectiva que representa.