En la poesía de Alfredo R. Placencia culminan una originalidad inapreciable y la sencillez digna de imitación, sus composiciones se distinguen por su estilo llano, inspirado en las cosas más triviales, y al mismo tiempo conmovedor, que raya muchas veces en lo sublime; las expresiones familiares tienen en sus versos un sentido nuevo: son como el agua que se bebe en vasijas de olor. Se encuentran en este volumen sus tres libros iniciales de 1924, los póstumos El vino de las cumbres, La franca inmensidad, El padre Luis, Tumbas y estrellas y La oración de la Patria y dos recopilaciones no publicadas en libro a la fecha: Varones claros y Bienaventuranzas.