Querido lector o lectora, este libro te dará muchas razones de entender la homosexualidad para bien o para mal. Estate preparado, puede que conforme vayas leyendo te quedes impresionado, confuso, asqueado, puedes sentirte enojado, engañado, culpable, exhausto o simplemente vacío. Esta emocionante historia entre padre e hijo por la lucha y la libertad
sexual puede interesar a una audiencia no solo para mayores, sino también para jóvenes, con un enfoque directo del conflicto, como se percibe incluso hoy en día entre generaciones e idiosincrasias, entre viejos y nuevos conceptos de ver al homosexual tan digno como los demás. Que sepan algunos políticos, letrados, escritores, policías, taxistas, religiosos y
creyentes que todavía no se han enterado, y debo excluir a los doctores en medicina en general porque saben que la homosexualidad no es una enfermedad, ¡no lo es, es simplemente una opción diferente e igualmente válida para ser una persona perfectamente sana y jovial! Señores curas, obispos y cardenales, ¡basta ya! Si tanto se empeñan en que la homosexualidad es un pecado y una grave enfermedad, comiencen ustedes por sanar la Iglesia porque está llena de efebófilos homosexuales, o maricones, o como se les quiera llamar, extendidos por todo el mundo católico. Al empezar los libros son frescos, dinámicos, entretenidos, con ganas de leer y ver lo que les pasa a los protagonistas, leyendo este libro a
veces quieres matar a los protagonistas, otras te identificas con ellos porque son sensibles y demás. Apoyamos siempre a los colectivos en lucha por la liberación e igualdad sexual y de género, lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Quiero y deseo que el libro viva después de leerlo.