Más allá de los apretujados edificios de la periferia de Praga, la ciudad cede paso al verde interior de Bohemia, un territorio de colinas onduladas, campos fértiles y tupidos bosques con castillos, palacios y pueblos pintorescos dispersos. La región occidental de la República Checa es rural y rústica aunque solo esté a 2 o 3 h en coche de la capital. Durante siglos, Bohemia ha sido el lugar escogido para escapar de la ciudad.
• Descubrir el castillo de cuento de Český Krumlov y el entorno medieval.
• Mapas.
• Impregnarse del saber hacer cervecero en la fábrica de cerveza Pilsner Urquell, la cuna de la mejor cerveza del mundo.
• Transporte.
• Comulgar con historia de la bonita ciudad renacentista de Tábor.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Castillo de Karlštejn, Castillo de Konopiště, Kutná Hora, Terezín, České Budějovice, Český Krumlov, Třeboň, Tábor, Plzeň, Karlovy Vary, Mariánské Lázně.