Prólogo de Horacio Verbitsky.
Primer análisis sobre el Vicariato castrense y los capellanes en la Argentina a partir de los diarios personales (1975-1976) de Victorio Bonamín, obispo de las Fuerzas Armadas al comienzo de la dictadura. Testimonio de la participación de parte de la Iglesia católica en el terrorismo de Estado.
"Las Fuerzas Armadas que en 1976 derrocaron a un gobierno electo para instituir una dictadura sanguinaria recibieron durante las dos décadas previas una formación intensiva en contrainsurgencia y guerra contrarrevolucionaria, con decisiva influencia de la Iglesia Católica Apostólica Romana, a través de su Vicariato castrense. La única figura que atravesó ese período con participación determinante fue el protagonista de este libro, Victorio Bonamín..."
Del prólogo de HORACIO VERBITSKY
Los diarios que llevó Bonamín durante 1975 y 1976 reúnen la doble condición de fuente historiográfica insustituible y aporte de peso a las causas contra los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura militar. Al mismo tiempo son un testimonio en primera persona por el que desfilan, junto a nimiedades cotidianas, secuestros, asesinatos, torturas.
A cuarenta años del golpe del 24 de marzo de 1976, dos jóvenes investigadores presentan el primer estudio sistemático acerca del Vicariato castrense. Lucas Bilbao y Ariel Lede Mendoza corren el velo sobre la presencia de los capellanes en los centros clandestinos de detención, y explican su rol en la legitimación religiosa de la tortura como método y en el consuelo moral a los problemas de conciencia de los represores.