Este libro tiene el propósito de exponer reflexiones teóricas y experiencias de gestión que dan cuenta de la evolución del campo interdisciplinario de los estudios de género y de su relación con algunos desarrollos psicoanalíticos actuales. Los trabajos que lo componen, diversos entre sí, se unifican en torno a la convicción del carácter sociohistórico y, por lo tanto, contingente, de las subjetividades. Este supuesto teórico implica importantes derivaciones prácticas y políticas. Cuando se incurre en el deslizamiento, tan frecuente en el campo del psicoanálisis, de generalizar observaciones clínicas realizadas durante la tarea desempeñada dentro de un sector social, se construyen criterios de salud mental que sirven para patologizar y sancionar de modo negativo estilos de funcionamiento psíquico que difieren del modelo hegemónico.
El decurso histórico está lejos de ser lineal y se avizoran fluctuaciones regresivas, lo que fundamenta la necesidad de un diálogo continuo entre los estudios sobre la subjetividad y las ciencias sociales. Los conocimientos antropológicos e históricos se han revelado como antídotos adecuados contra los prejuicios dado que contrarrestan la devaluación social de los sujetos minoritarios. La visibilización, la desnaturalización y el combate contra las formas de opresión basadas en las diferencias sexuales son parte de un compromiso democratizador que promueve arreglos que habilitan el pleno desarrollo de las potencialidades humanas.
Habitamos un universo cultural que tiende a establecer jerarquías y que, en consecuencia, hace que se entablen relaciones de dominación y explotación de la fuerza de trabajo y del potencial erótico y amoroso de aquellxs que se encuentran subordinadxs. Lxs autorxs de este libro buscan aportar al necesario proceso de transformación del orden tradicional de las relaciones de género. El nexo que existe entre el bienestar subjetivo y la justicia social resulta evidente.