Un hombre atravesado por el vacío tras la muerte de su madre decide irse a un enigmático enclave llamado El Interior. Aunque nunca ha creído en nada ni en nadie, supone que dos semanas en un retiro espiritual cerca del mar pueden ayudarlo a encontrar consuelo y recomponer el sentido de su vida.
Que venga la gorda muerte es un escaparate disfuncional donde aparecen las búsquedas espirituales más populares de nuestro tiempo, desde el zen hasta el new age. Entre sabios, charlatanes, famosos adictos, hijos bobos y el amparo de un misterioso ser tutelar llamado Guido Alemán, la historia lleva al lector por una serie de situaciones tan ridículas como conmovedoras que señalan un camino hacia eso que llamamos salvación.
Con esta, su tercera novela, Álvaro Robledo rompe un paréntesis de casi diez años sin publicar y demuestra que el tiempo no ha pasado en vano para su voz narrativa. A veces poseída por el espíritu sensible de Federico Fellini, a veces desopilante y exagerada, Que venga la gorda muerte nos recuerda con ironía que es importante reírse del dolor.