Cualquiera que no se haya formulado en su vida alguna de las preguntas que integraneste libro es mejor que no lo lea, ya que su lectura probablemente le generaráincomodidad, rabia y malestar. Mejor que siga con sus creencias y hábitos y bienabrigado al amparo de la multitud. Decía Heráclito que la vida es grifos (enigma),invitando a que cada cual resolviera el problema de su propia existencia. Las preguntasde este libro son filosóficas y, al tiempo, espirituales, simplemente porque sonprofundamente vitales. Las respuestas a estas cuestiones las han dado desde lejanostiempos los sabios y los maestros sin innovar un ápice su contenido esencial, conindependencia del siglo o del lugar en las que fueron enunciadas. Se trata de preguntas determinantes, cuyas respuestas, deben servir para elegir no un modo de vida, comoquien elige un oficio o el traje que ponerse, sino para escoger entre seguir una existenciaanodina y alienada o una vida plena y trascendente.