Carolina se siente sola. Su novio acaba de poner fin a diez soporíferos años de relación a través de un absurdo email, y lo único que puede llenar su desdichada existencia es la vuelta de Ámsterdam de su hermana Cristina.
Vuelve dispuesta a pasar el verano en Cádiz y, sobre todo, a divertirse con su hermana y con sus adorables amigas: Marta y Raquel.
Sin embargo, todo se complica cuando una combinación de circunstancias hace que Carolina se encuentre con el hermano de su ex, Héctor, y con un amigo de éste: Raúl. Irremediablemente, Cristina se queda prendada de Raúl, y la repentina relación que surge entre ambos hará que Carolina pase más tiempo del que le gustaría cerca de su excuñado.
Pero de pronto, la disparatada idea de sentirse atraída por Héctor empieza a convertirse en una obsesión. Y, aunque es consciente de que es una locura, Carolina no puede apartarlo de sus pensamientos.