Desde que era bebé, Rapunzel ha vivido en una torre. Así que, cuando va a un pequeño pueblo acompañada de Flynn, un ladronzuelo, y Pascal, su camaleón, no tiene muy claro qué esperar. De pronto, se siente muy afortunada porque un pintor le ha ofrecido una clase de arte; sin embargo, por haber pintado primero a Flynn, Pascal se enoja y decide huir. Rapunzel se da a la tarea de buscarlo, pero se topa con otra sorpresa que hará de este día una experiencia memorable.