Hubo un tiempo en el que el mundo entero estaba en guerra y Europa era un continente en ruinas. Una época en la que nada era seguro, los hombres morían cada día a millares, la vida pendía de un hilo y el futuro era oscuro e incierto.
En esas circunstancias un hombre, uno de tantos, luchaba por sobrevivir. Atrapado en una guerra perdida, a más de mil kilómetros de su hogar, ese hombre tuvo que afrontar obstáculos y peligros. Él, un hombre corriente, se vio forzado a tomar decisiones extraordinarias, difíciles, trascendentales. Y, al final de la guerra, cuando parecía que ya todo había concluido, él acabaría embarcado en la odisea de tener que recorrer solo, a pie, la enorme distancia que le separaba de los suyos, recorrer media Europa arrasada, en un intento por recuperar de entre los escombros, de los sótanos infestados de ratas, de entre las ruinas, tras el horror, lo que una vez fue su vida.
Una novela sobre la guerra, sobre el miedo y el dolor, pero también sobre el amor y la esperanza.
Isabel Sierra nos transporta en el tiempo al verano de 1944, a un conflicto que conoce muy bien como es la Segunda Guerra Mundial y a una ciudad: Memel.