¿Los sentimientos son biodegradables? ¿Los seres humanos explotamos la capacidad de reciclar sentimientos?
Nuestro deber no es absorber las frustraciones, ansiedades y decepciones de otras personas. No hemos venido al mundo para cargar con la energía negativa de los otros ni para volcar la nuestra a los demás. Debemos despejar nuestro camino de obstáculos innecesarios e ignorar las acciones y actitudes negativas de otras personas. Y no debemos limitar nuestras posibilidades por culpa de pensamientos derrotistas.
Ayudándose de distintas lecturas e investigaciones, David J. Pollay ha diseñado este plan de reciclaje emocional, que ha inspirado a miles de lectores en todo el mundo y que ha revolucionado el modo en que nos relacionamos.