«Hacía mucho tiempo que él no soñaba. Al principio, durante las primeras semanas en Berlín, tras su liberación del campo de prisioneros de Rusia, donde había permanecido trece años al acabar la Segunda Guerra Mundial, apenas podía dormir. Las pesadillas se repetían una noche tras otra. El dolor, el horror… Pasó días enteros en un estado de estupor, en una especie de limbo, sin conexión con la realidad, donde los horrores de la guerra se mezclaban con el propio dolor físico de su enfermedad y con los delirios de la fiebre. Lo único que recordaba claramente de aquella etapa de su vida es que deseó morir. Al final alguien debió de llevarle al hospital, pues allí acabó despertando una mañana. Progresivamente, a medida que mejoraba, poco a poco, su salud física, fue recuperando también su integridad mental, y dejó de soñar.
Pero aquella noche soñó de nuevo...»
Una emotiva novela que nos hará reflexionar sobre el dolor, el amor, la soledad, el miedo a la muerte.