Las primaveras árabes le enseñaron al mundo que los ideales revolucionarios, que parecían enterrados bajo los escombros del muro de Berlín y confinados a los libros de historia, no están muertos. La revolución parece seguir siendo el motor de la historia: consignas, símbolos e iconos son enarbolados por ciudadanos, militantes, políticos, periodistas, que no dejan de convocar el pasado. Desde los movimientos del siglo xvii inglés, pasando por la paradigmática Revolución francesa, hasta las Primaveras árabes de este siglo xxi, esta obra examina las principales revoluciones del mundo, en un recorrido cronológico al que se añade el análisis de las imágenes, los símbolos y el relato histórico que da luz al nacimiento y la circulación de las ideas.