Este libro reúne seis relatos de juegos, llenos de travesura e inventiva, que se disfrutaban en las calles y los caminos de nuestro país.
Hoy los presentamos con el afán de recuperar aquella memoria y motivar una sana desobediencia en nuestra sociedad, cada vez más agobiada por tecnicismos y desatenta a una valiosa tradición.
Volvamos a lo mejor de la infancia, al placer de jugar con la potencia transformadora del cuerpo y de la imaginación. Con estas páginas y en las circunstancias que vivimos, buscamos dignificar nuestro bicentenario.