El Vaticano se asienta sobre una pequeña colina al oeste del Tíber. Gran parte de sus 44 Ha la ocupan los Jardines Vaticanos y el Palazzo Apostolico, que alberga la residencia oficial del pontífice y los Museos Vaticanos. Se necesita al menos una mañana para hacer justicia a los Museos Vaticanos. Destacan los frescos de la Capilla Sixtina, de Miguel Ángel, pero exhibe una ingente cantidad de obras de arte. Dentro de un circuito guiado se puede pasar directamente desde la Capilla a la basílica de San Pedro; en caso contrario, se debe entrar desde la plaza de San Pedro. Se puede comer en alguno de los buenos restaurantes del Vaticano, pero en el cercano barrio de Prati abundan las trattorias y los locales de comida para llevar.
Entre el Vaticano y el río se encuentra el Borgo. Poco queda del barrio medieval original, que Benito Mussolini destruyó casi por completo en 1936 al trazar Via della Conciliazione, la monumental calle que une la plaza de San Pedro con el Castel Sant'Angelo, el gran castillo con forma de tambor que da al río.
• Elevar la vista para contemplar las obras maestras más famosas de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
• Asombrarse ante la descomunal opulencia de Basílica de San Pedro, el templo más famoso del mundo católico.
• Intentar alinear las columnas de la plaza central del Vaticano; sí, es posible.
Incluye: Capilla Sixtina, Basílica de San Pedro, Plaza de San Pedro, Castel Sant'Angelo y Stanze di Rafaello, con consejos, los mejores restaurantes, los mejores bares y lo mejor sobre y bajo la tierra.