Rutinas del mal, desde un marco que considera el análisis del discurso como un encuentro multidisciplinar, se centra en el estudio de los archivos de dos estructuras provinciales de inteligencia interna que funcionaron hasta la década del 90. Se trata de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires), creada en 1956 durante la dictadura de P. E. Aramburu, y la DGI (Dirección General de Informaciones, con jurisdicción en Santa Fe), abierta tras el golpe de Estado de 1966. El trabajo concibe a los grupos productores de esos archivos de la represión como comunidades discursivas, vinculadas con determinadas identidades enunciativas y memorias discursivas que remiten a regímenes escópicos particulares. Sus innegables contribuciones científicas no prescinden de un llamado al mantenimiento de la memoria sobre las dictaduras y el terrorismo de Estado.