El origen de nuestra Violencia cuyas raíces se entierran en el olvido de un país, como se sepultan también los nombres de sus muertos.
Muchos años después hablaron también de la huida, de la selva negra y espesa, de los niños que caían como frutos secos de los árboles y eran devorados por la tierra. Hablaron de las madres que cargaban a sus hijos muertos, de la maldición de los hombres que los persiguieron, por eso ellos, las víctimas de siempre, no tuvieron más escapatoria que lanzarse al abismo.
El hijo perdido de Erasmo Soler es ahora parte de Los Pá jaros de Colores, una banda criminal que difumina a su paso las líneas entre víctimas y victimarios. Décadas después, Ulises Villa Paz se embarca en la tarea de encontrar la tierra de su hermano perdido, esa tierra que por años ha antagonizado a quienes quieren hacerse un refugio de la guerra y regar una semilla que no germine en violencia.