No podemos hablar de escuela sin entender al ser humano, sus orígenes, sus necesidades y su crianza. Pero ¡cuántas formas de crianza existen! ¡Cuántos métodos educativos! Aunque, ¿cuántos están centrados en el niño y la niña? ¿Cuántos se ponen a su altura, miran a los principales protagonistas y dan respuesta a lo que han observado?
Vivimos tiempos en los que hay mucha información accesible sobre crianza, sobre educación, pero a veces se nos olvida lo esencial, que es la comprensión de las necesidades infantiles, por qué hacen lo que hacen. Solo escuchando estas necesidades, estos porqués, y acompañándolos en su desarrollo, nuestros pequeños podrán ser niños.