Extravagante y comedida, agresiva pero al mismo tiempo firmemente aristocrática, Palermo es un hervidero de contradicciones. Las cicatrices de los edificios, las aceras desvencijadas y la decrépita infraestructura revelan profundas fracturas políticas y económicas, pero todo esto es fácil de olvidar cuando uno entra en una iglesia repleta de bellísimos mosaicos bizantinos, pasea por una calle llena de majestuosos palazzi barrocos o presencia el divertido espectáculo que se desarrolla en los mercados entre vendedores y amas de casa.
• Visitar la Cappella Palatina y disfrutar del esplendor multicultural del Palermo medieval entre mosaicos bizantinos e incrustaciones de mármol árabes.
• Acudir al Teatro Massimo y disfrutar de una representación en una de las óperas más prestigiosas de Europa.
• Admirar los productos frescos y la sinfonía matinal que componen las voces de los vendedores en el Mercato di Ballarò.
Incluye: Palermo, Región de Palermo, Mondello, Monreale, Corleone.