La poesía de Cheran resiste cualquier categorización al uso. Para él, la poesía ha sido una fuerza fundamental en su vida desde el principio, “como amar, como el hambre, como la plaga, como la guerra”, en palabras del poeta checo Jaroslav Seifert (1901–1986). Cheran escribe como un testigo de la historia, de la tumultuosa historia de su Sri Lanka natal. Pero también escribe como un testigo de la historia global, de la humanidad. Su obra trasciende cualquier limitadora preocupación por una identidad nacional o unas políticas locales para expresar las preocupaciones del ciudadano del mundo.