Kinsey deberá agudizar su olfato de investigadora para lidiar con peligrosos psicópatas, desaprensivos inquilinos y caseros y ciudadanos aparentemente honestos.
Es el mes de diciembre, y Kinsey Millhone atraviesa una época de calma. Tiene entre manos un caso rutinario: una colisión entre dos vehículos, que ha de investigar para el abogado Lowell Effinger. Sin embargo, a medida que avanza en sus pesquisas, empieza a sospechar que la mayoría de los implicados, incluidos los testigos, no son lo que parecen.