Por su proximidad a Bangkok, el alto golfo ha sido durante mucho tiempo el patio de recreo preferido de la élite tailandesa. A remolque de la familia real (ningún rey desde Rama IV ha dejado de veranear en la zona), las clases dominantes inspiraron a su vez a un sinfín de compatriotas para acudir a estas costas en busca de diversión y buena comida.
• Ver elefantes salvajes en el Parque Nacional de Kuiburi.
• Peregrinar al santuario rupestre iluminado de la Tham Phraya Nakhon, en el Parque Nacional del Khao Sam Roi Yot.
• Visitar en Phetchaburi un palacio cimero y cuevas mientras se esquiva a los monos.
Incluye: Phetchaburi, Parque Nacional. de Kaeng Krachan, Cha-am, Hua Hin, Pranburi y alrededores, Parque Nacional del Khao Sam Roi Yot, Prachuap Khiri Khan, Ban Krut y Bang Saphan Yai y Chumphon.