Todas las noches una madre le cuenta un secreto a su hija. Algo que le ocurrió de pequeña y que siempre le sirve de excusa para enseñarle que todo en la vida puede tener varias lecturas.
Hace mucho tiempo, cuando fui por primera vez a la playa, me puse una cola de sirena y me zambullí en el agua. Tenía una misión: encontrar a las sirenas y nadar junto a ellas. Pero no me fue nada fácil, había mucha basura en el mar. Entonces, decidí hacer algo importante...