El desamor, la soledad, la angustia y la extrañeza del mundo son los cuatro núcleos temáticos que sostienen este microcosmos poético, que sale hacia afuera del poeta en un intento existencial y materialista de describir ciertos estados de ánimo, producidos por distintas situaciones amorosas en distintos lugares.
Una poesía que no pretende ser introspectiva, sino que sale desde lo más hondo como consecuencia de una deflagración vital, para mostrarnos el escenario de lo que queda tras el desastre y la pérdida.