Margarita se preparaba para su primer día de clases y muy nerviosa le preguntó a su mamá si había crecido en el verano. Ella era la más pequeña de su curso y sus compañeros al verla le decían: ¡Qué tiernita la pequeñita! Hasta que un día al escuchar como nuevamente le decían "Tierna", no aguantó más, se colocó las manos en la cintura y les dijo a tres de sus compañeros: ¡A LA SALIDA LOS ESPERO EN EL PATIO!...